Son una forma de grasa poliinsaturada que el cuerpo obtiene de los alimentos.
El cuerpo no los puede producir por sí solo, pero son esenciales para la buena salud. Los pescados de agua fría, el atún, el salmón y la caballa son fuentes de ácidos grasos. Otros ácidos grasos Omega-3 se encuentran en vegetales de hoja verde: aceites de semillas de linaza y ciertos aceites vegetales.
Son benéficos para el corazón, y entre sus efectos positivos, se destacan:
- acciones antiinflamatorias y anticoagulantes
- disminución de los niveles de colesterol y triglicéridos
- reducción de la presión sanguínea
Reducen riesgos y síntomas de:
- diabetes
- accidente cerebrovascular
- algunos cánceres
- artritis reumatoidea
- asma
- enfermedad intestinal inflamatoria
- colitis ulcerativa
- deterioro mental.