
Se estima que el 14% de la carga mundial de enfermedad se debe a trastornos neuropsiquiátricos, que son los que más carga representan entre las enfermedades no transmisibles -más que el cáncer y las enfermedades cardiovasculares-. Según los autores, son la depresión, el alcoholismo, el abuso de drogas y las psicosis los principales trastornos que contribuyen a esa gran carga sanitaria.
Menos de dos tercios de los afectados reciben tratamiento inadecuado o ningún tratamiento, incluso en países que cuentan con los mejores recursos. En la mayor parte de las naciones en vías de desarrollo, ese vacío terapéutico afecta al 90% de los enfermos.
El coste que representaría proporcionar servicios a una escala necesaria sería tan sólo de 2 dólares por persona en países pobres y de 3-4 dólares en países de rentas medias, cifra que consideran moderada en comparación con la que demandan otras enfermedades.
El 85% de la población mundial vive en países de ingresos bajos o moderados que carecen de recursos financieros suficientes y de infraestructuras adecuadas de salud mental.
La mayor parte de estos países carece de políticas de salud mental y de legislación al respecto, lo que impide poner en marcha medidas apropiadas para luchar contra las enfermedades psiquiátricas.
La mayoría de países de África y el Sudeste Asiático invierten menos de un 1% de su presupuesto sanitario en la salud mental. Estos países con bajos ingresos cuentan con 0,05 psiquiatras y 0,16 enfermeras psiquiátricas por cada 100.000 habitantes, lo que supone aproximadamente 200 veces menos que en países de ingresos altos.
Fuente: Jakter News